Beethoven, en la primeras décadas del s. XIX, daría paso a un nuevo movimiento cultural conocido como Romanticismo. Si en el periodo anterior (Clasicismo) se tenía muy en cuenta el aspecto formal y estructural de la música, los compositores románticos intentaban plasmar musicalmente las pasiones y sentimientos humanos, prestando más atención a expresarse libremente que a la forma de expresarse.
Sin embargo, Brahms era el más conservador de los románticos, ya que pensaba que el exceso de sentimientos se puede volver indisciplinado y desvirtuar el arte de la composición: actitud que le llevaría a mantener una rivalidad musical con compositores más progresistas, como Wagner.
Debido a su gran admiración por los compositores clásicos, sobre todo por Beethoven, y al respeto por las grandes formas clásicas, no se decidió a componer su primera sinfonía (sólo escribió cuatro) hasta pasados los cuarenta años, sinfonía que sería conocida por muchos como “la décima de Beethonen”.
Comenzó a componer la tercera sinfonía en 1882 y no la terminaría hasta el verano de 1883. Hans Richter dirigió el estreno con la Orquesta Filarmónica de Viena el 2 de Diciembre de 1883. Esta obra fue aclamada en cada representación e hizo que el nombre de Brahms resonara como nunca antes.
Sin embargo, Brahms era el más conservador de los románticos, ya que pensaba que el exceso de sentimientos se puede volver indisciplinado y desvirtuar el arte de la composición: actitud que le llevaría a mantener una rivalidad musical con compositores más progresistas, como Wagner.
Debido a su gran admiración por los compositores clásicos, sobre todo por Beethoven, y al respeto por las grandes formas clásicas, no se decidió a componer su primera sinfonía (sólo escribió cuatro) hasta pasados los cuarenta años, sinfonía que sería conocida por muchos como “la décima de Beethonen”.
Comenzó a componer la tercera sinfonía en 1882 y no la terminaría hasta el verano de 1883. Hans Richter dirigió el estreno con la Orquesta Filarmónica de Viena el 2 de Diciembre de 1883. Esta obra fue aclamada en cada representación e hizo que el nombre de Brahms resonara como nunca antes.
El tercer movimiento es uno de los más conocidos y el que escucharemos a lo largo de esta semana en el cole.
Enhorabuena por tu currado blog. Me gusta mucho esta pieza. Espero poder aprender (seguir aprendiendo) mucho de ti, tanto de blogs, como de m'usica y educaci'on. Un abrazo. Rogelio. Un seguidor
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de verte por aquí y muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo todavía más grande para tí.