LA SAETA

Una de las sensaciones más bonitas de nuestra Semana Santa es oír una voz que, desde algún balcón que no podemos ver, le canta una hermosa copla a un paso de Cristo (Candela Olivo).
Esta copla es conocida con el nombre de saeta.
Las saetas, hace muchísimos años, únicamente las cantaban los monjes en las procesiones, porque era una forma de rezar cantando. Poco a poco esto fue cambiando y cualquier persona, aunque no fuera monje, podía cantar una de estas coplas al paso de una imagen en la semana santa; aunque en aquella época las saetas eran bastante diferentes a las de ahora y mucho más fáciles de cantar.
Con el paso de los años esas saetas se fueron haciendo cada vez más flamencas y, con ello, más difíciles de cantar, por lo que en la actualidad las saetas sólo son interpretadas por personas que dominan el arte del cante flamenco.
Las saetas son coplas muy cortas, de cuatro o cinco versos, pero al estar tan adornadas por los saeteros y saeteras parece que son muy largas; y hablan de la vida de Jesús y de la Virgen. Se cantan sin acompañamiento de instrumentos (ni de guitarras, ni de palmas,…), únicamente en algunas ocasiones son acompañadas por los tambores que acompañan a los pasos.

En el año 1912 Antonio Machado publica el libro titulado Campos de Castilla, en el cual se incluye un poema titulado: La saeta. En este magnífico poema, Machado nos muestra su particular modo de entender la religión y la figura de Jesús; donde reivindica la idea de un Jesús andando sobre las aguas frente a un Jesús agonizando en la cruz.

¿Quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
(Saeta popular)

¡Oh, la saeta, el cantar

al Cristo de los gitanos,

siempre con sangre en las manos,

siempre por desenclavar!

¡Cantar del pueblo andaluz,

que todas las primaveras

anda pidiendo escaleras

para subir a la cruz!

¡Cantar de la tierra mía,

que echa flores

al Jesús de la agonía,

y es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar!

¡No puedo cantar, ni quiero

a ese Jesús del madero,

sino al que anduvo en el mar!

Años más tarde, en 1969, el cantautor catalán Joan Manuel Serrat graba su disco Dedicado a Antonio Machado, poeta, en el cual pone música a doce poemas de este escritor, incluyendo La saeta.

Posteriormente, y tras el éxito de esta canción, serán muchos los artistas que hagan sus propias versiones de este tema, entre ellos Camarón de la Isla.

Y es casi impensable que una banda de música, bien sea de Cristo o de Palio, no interprete este tema de Machado y Serrat en las procesiones de nuestra tierra.